La mañana del pasado domingo será recordada en el Pérez Ureba por el buen juego exhibido y por completarse una de las mayores goleadas de su historia.
Y tanto es así, que los hombres de Javier Zafra, dieron un gran golpe de autoridad al vencer por 5-1 al C.D. San Roque, que venía como favorito en todas las quinielas.
El combinado conileño, llevó el peso del partido en todo momento, situándose muy ordenado en la medular, muy seguro en la parcela defensiva y letal en el tridente de ataque.
El Conjunto local demostró desde el principio la ambición por agradar a su público.
Tanto es así que en el minuto 7 Abdeladhi Khalok, que fue el hombre del partido, recibió un pase de tiralíneas del capitán José Manuel Narváez y aprovechó para entrar por su banda, romper con dos magníficos quiebros a la zaga visitante y dar la asistencia, para que Joselito Cornejo a puerta vacía logrará el primer tanto de la mañana.
El segundo viene propiciado por un mal entendimiento entre Adrián Valero y su defensa, que en un pésimo despeje, el balón se encontró con la cabeza del brillante centrocampista amarillo Fran Ponce.
Los de Guti, al correr el 17 de la primera mitad, recortaron distancias en el tanteador por medio de Castillo.
Poco les iba a durar la alegría y el intento de inquietar a su rival, concretamente hasta que el puñal local Khalok, se enfrentó en un balón aéreo al cancerbero rojillo. Y aunque presionado por un defensa y encontrándose escorado, decidió fabricar una exquisitez en forma de vaselina, para posteriormente convertirla en un auténtico golazo.
Al filo del descanso el killer de la Janda peleando y presionando un balón con la fe que le caracteriza, dejó en evidencia al meta de Guadiaro, al conseguir que rebotara en él, ése patetico despeje y se alojara en sus mallas
Al descanso se llegó con el resultado de 4-1. El míster San Roqueño intentó un revulsivo con un doble cambio, uno de ellos fue el arquero al que se le negó la fortuna, durante los primeros 45 minutos.
Ya casi en el ecuador de la segunda parte, Abdeladhi para continuar con su repertorio y buscar más adelante la cerradísima ovación del respetable en su cambio por Adri, se inventó un magistral pase al hueco al gladiador que estuvo en todas las luchas, que no es otro que Fran Ponce, para que éste fabrique un penalti. Que a la postre el eterno comandante con el 8 a la espalda, aprovecharia para engañar a Mena y colocar el definitivo 5-1.
Los del técnico roteño, que demostró haber ganado la partida en cuanto a la preparación táctica del partido a su oponente, no quisieron hacer más leña del árbol caído, más bien talado, por el juego de la tripleta de arriba y por la suerte de la que gozó el Conil C.F., que en cantidad de encuentros anteriores, le fue totalmente esquiva
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